Cuando ud. quiere convencer a una chica de que le dé un beso, se pone el traje nuevo, la camisa recién planchada, la corbata con menos manchas, lleva a esa chica a cenar, a baila, le compra flores, le compra bombones... Hace cualquier cosa para impresionarla, para convencerla de que le dé un beso.
Sabe muy bien que una vez que lo haya besado, al día siguiente puede aparecer en jeans, con una camisa manchada y llevarla a tomar una Coca caliente que, igualmente, ella le dará otro beso.
Pero también sabe que su billetera no permite que cada vez que ud. quiera un beso, repita el trajecito, la corbata, las flores y los bombones. No podrá conseguir la cantidad de besos que ud. quiere si tiene que impresionar cada vez a una nueva chica. La economía del negocio de los besos dice que debe sacarle el máximo provecho posible a una misma chica y no buscar una nueva en cada ocasión.
Éste es el gran secreto de la comercialización.
Cuesta mucho conseguir que una chica le dé el primer beso, pero después del primero, los otros siguen fácilmente si ud. la trata bien.
Cuesta una fortuna conseguir un cliente, pero volverá él solo muchas veces si ud. lo trata bien. Lo más importante es conseguir un cliente y que ése cliente sea un cliente leal.
Una de las formas de cuidar y tratar bien al cliente es con una buena promoción e imagen corporativa.